Verdad omisa

Escucho las cuerdas y creo que todo es tal y como lo veo . Sueño con la terrenalidad absoluta mientras el humo tiñe las cortinas. Sin el sentido del misticismo o del idealismo radical no habría quebraderos que amedrentar.

Espalda en el suelo , el pelo contra el polvo y la verdad representada como un hecho, propiedad de cada uno. Entrar en la discusión sobre la verdad no es algo agradable por lo que admito, de entrada, que la verdad deja de serlo si el emisor conoce la percepción o traducción del receptor respecto al contenido verbalizado.

La omisión de detalles puede conformar una realidad completamente distinta a la verdad de hechos si estos detalles se omiten con la coherencia y frivolidad de alguien calculador que conoce el receptor y que busca un escudo en el que refugiarse ante el :

Me mentiste.

Entramos en la privacidad entonces. Que es lícita, pero también es por lo que creo que más de un@ debería tomar clases sobre omisión de información para evitar que el resto pensara:

 -¿Creerá que soy imbécil?

Me atormenta no poder definir el objetivo de la privacidad sin escribir sobre el miedo al juicio. Además, oigo en privacidad una tilde en representación de la inseguridad moral demasiado aguda para la palabra en sí. Y aquí mi pregunta;  ¿Existiría la privacidad como la conocemos sin intereses ni juicios ajenos?